Este establecimiento, el antiguo Petit Torino, decorado por Ricard Capmany en torno al año 1902, ocupa los bajos de un edificio ochocentista y la fachada está decorada por medio de un revestimiento de madera con un escaparate central coronado por un escudo con un toro rampante, símbolo del Vermut Torino (VT). De las puertas destacan las vidrieras superiores. En el interior se conserva el aparador, de líneas sinuosas con motivos naturalistas, y los dos mostradores, uno completamente liso y otro con aplicaciones de cerámica. Resaltan los trabajos de forja de los pilares y el artesonado pintado del primer tramo del local.
, un turinés llamado abrió dos cafés en Barcelona: uno en el nuevo eje de la burguesía local, en el paseo de Gràcia, y otro en el antiguo núcleo burgués (que entonces ya empezaba a decaer), en la calle Escudellers. Mezzalama era representante de los empresarios Martini y Rossi, y fue quien introdujo el . Sabemos también que fue un empresario muy activo en la sociedad civil de Barcelona: en 1908 era vocal de la Liga de Defensa Industrial y Comercial.
El café del paseo de Gràcia número 18, hoy desaparecido, se denominaba Cafè Torino y fue el ganador aquel mismo año —1902— del premio del Ayuntamiento al mejor establecimiento. El segundo café, que es el que nos interesa, todavía está situado en la calle Escudellers número 8, y parece ser que se llamó Petit Torino, aunque en las guías de principio del siglo XX lo denominan Cafè Torino. Ambos cafés fueron
, aunque la decoración del de la calle Escudellers era más discreta que la del del paseo de Gràcia. Gracias al informe del premio que ganó el conocido Cafè Torino sabemos cuáles fueron sus colaboradores, y es de suponer que el mismo equipo habría decorado el Petit Torino por las similitudes en la decoración y por la proximidad de las fechas.Pocos años después, hacia 1910 o 1911, el Cafè Torino del paseo de Gràcia cerró, y posiblemente también lo hizo el de la calle Escudellers, ya que en 1914, según una guía de la ciudad, el establecimiento se llamaba Oriental Bar y su propietario era un tal Juan Alamán. Dos años después, el establecimiento volvía a cambiar de propietario y adquiría el nombre que lo ha identificado desde entonces. A finales de la década de los años veinte, la familia Bofarull, propietaria del restaurante vecino, Los Caracoles, adquirió el Grill Room y todavía hoy sigue siendo propietaria de ambos establecimientos.
El Grill Room ocupa los bajos de un edificio decimonónico y su fachada está decorada con un revestimiento de madera que se adapta a los huecos arquitectónicos del local. Si comparamos imágenes actuales de la fachada de entrada con imágenes de sus inicios, podemos observar los discretos cambios que ha sufrido. Se sigue manteniendo la misma estructura de un revestimiento de madera con dos
divididas por un pilar, con un escaparate coronado por un escudo con un toro rampante. Las puertas están cerradas con vidrieras en la parte superior. Los cambios principales son el rótulo, que en origen estaba pintado y decorado con motivos florales y ahora muestra unas grandes letras lineales sobre fondo verde, y los bajos de los escaparates, que, por las imágenes que se conservan de ellos, parece ser que tenían un revestimiento de mármol y en la actualidad son de madera. Como el establecimiento hace esquina con el pasaje Escudellers, también en esta calle encontramos tres arcos, en los que se repiten los símbolos del vermut Torino y el toro.De la decoración interior destaca el
que encontramos al entrar, a la derecha, de líneas sinuosas y con decoración floral en los extremos, características de principios del siglo XX. También es de interés la asimetría de los mostradores: el de la derecha es completamente liso, sin ningún tipo de ornamentación, mientras que el de la izquierda está decorado con aplicaciones de cerámica. También son dignos de mención los trabajos de forja de los pilares: en el primero de ellos todavía se pueden leer las dos iniciales , enmarcadas por un toro rampante para recordarnos el negocio de su fundador. Hay otros elementos que se deben tener en cuenta, como el artesonado pintado del primer tramo del local o las lámparas de hierro de las paredes.Actualmente el espacio se divide en dos partes, una primera en la que se encuentran las barras y se puede tomar una copa, y una segunda, construida posteriormente, destinada a comedor, donde se puede comer a la carta. La oferta gastronómica del Grill Room hace honor a su nombre y se basa sobre todo en
, aunque también ofrece otros , junto con comidas más internacionales. En el corazón de Ciutat Vella, entre la Rambla y la plaza de Sant Jaume, este restaurante posee un y variado, y, como la mayoría de los locales de esta zona en los últimos años, es bastante frecuentado por turistas. El salón, con capacidad para cincuenta personas, se puede reservar para celebraciones o para cenas de grupos, con posibilidad de elegir un menú de los platos de la carta.Actuaciones de la Campaña Barcelona, posa't guapa
Restauración fachadas exteriores, interiores y posteriores, y paneles decorados del primer piso.
Horarios
De 13 a 15.45h y de 20 a 23.15h. Cerrado miércoles y jueves
Más información
Tel.: 93 302 40 10
Consigue la Guía de la Ruta del Modernismo de Barcelona
La Ruta del Modernismo de Barcelona es un itinerario por la Barcelona de Gaudí, Domènech i Montaner y Puig i Cadafalch, que, junto con otros arquitectos hicieron de Barcelona la gran capital del Modernismo. Con esta ruta podrá conocer a fondo impresionantes palacios, casas sorprendentes, el templo símbolo de la ciudad y un inmenso hospital, y también obras más populares y cotidianas como farmacias, comercios, tiendas, farolas o bancos. Obras modernistas que demuestran que el Modernismo arraigó con fuerza en Barcelona y que aún hoy es un arte vivo y vivido.
La Guía de la Ruta del Modernismo de Barcelona se puede adquirir en nuestros centros del Modernismo.