Museu del Modernisme de Barcelona

En marzo de 2010 abrió sus puertas el Museu del Modernisme de Barcelona en el centro de la ciudad condal, el primer museo especializado en el período modernista en Cataluña. Para conocer los orígenes de la colección nos tenemos que remontar hasta la década de los setenta, cuando el matrimonio de anticuarios Fernando Pinós y Maria Guirao iniciaron su actividad con la Galería Gothsland, especializándose en Modernismo y recopilando una gran cantidad de piezas de un valor artístico e histórico incomparable. Su intención de mostrar estas piezas al público es la responsable de la creación de la colección del actual museo. La sede del MMBCN se encuentra ubicada en el centro del barrio , en un edificio de estilo modernista proyectado a principios del siglo XX por el arquitecto Enric Sagnier (Barcelona, 1858-1931), el más prolífico de la época con más de 300 edificios catalogados. El local fue inicialmente un almacén de distribución de la empresa textil Fabra y Coats, siendo posteriormente rehabilitado para albergar la colección, destacando la restauración de la bóveda catalana de la planta inferior. Este edificio y su fachada nos proporcionan el marco ideal para dar contexto a las excepcionales piezas de arte que decoraban los interiores de las casas modernistas más emblemáticas, y que suponen un documento histórico y estético de una época brillante y esplendorosa en Barcelona. El MMBCN, con sus 1000 m² de exposición permanente, permite al visitante disfrutar de obras nunca vistas de diferentes disciplinas, tales como mobiliario, pintura, escultura o artes decorativas, piezas que reflejan los cambios históricos de la ciudad además de los sociales e intelectuales. Los nuevos artistas se preocupan por introducir nuevas técnicas, así como de buscar modelos, colores, formas y elementos inspirados por la naturaleza, la protagonista indiscutible de la estética modernista. En la sección de mobiliario nos encontramos ebanistas y marqueteros representativos del espíritu burgués como son Joan Busquets y Gaspar Homar. La sala dedicada a Antoni Gaudí es una imagen del prolífico trabajo del genial arquitecto, con piezas tanto funcionales como decorativas –desde sillas, columnas o escritorios hasta marcos o colgadores de hierro forjado– que una vez formaron parte de importantes edificios diseñados por él mismo como la Casa Calvet o la Casa Batlló. El espacio dedicado a pintura, escultura y artes decorativas muestra un abanico de artistas mucho más amplio y variado. Eusebi Arnau, Miquel Blay, Joan Brull, Gaspar Camps, Ramón Casas, Lluís Graner, Lambert Escaler, Laureà Barrau, Pablo Gargallo, Josep i Joan Llimona, Joaquim Mir, Alexandre de Riquer, Santiago Rusiñol, Pere Borrell, Modest Urgell o Antoni Utrillo, entre otros. Todos ellos otorgan una visión completa de esta época de contrastes como es el Modernismo, plasmando una gran variedad de temáticas donde podemos contemplar tanto escenas de la vida cotidiana catalana –bien de carácter burgués o anecdótico, como de temática social–, paisajes, escenas mitológicas, históricas o literarias y una infinidad de símbolos y elementos iconográficos extraídos de la siempre inagotable imaginación de estos genios del arte.