Hotel España

1903

En el año 1903, encargaron al arquitecto Domènech i Montaner la decoración de la Fonda España, trabajo que ganó el premio del Ayuntamiento al mejor establecimiento.
En su interior se han conservado intactos algunos de los salones, con arrimaderos de madera y cerámica que reproducen motivos heráldicos, la pintura mural basada en motivos marinos y los elementos ornamentales generales. Asimismo, resulta de interés la chimenea de alabastro que se encuentra en uno de los salones interiores, modelada en el año 1901 por el escultor Eusebi Arnau.

La Fonda España, sita en la calle Sant Pau, números 9 y 11, cuya decoración ha sido proyectada y dirigida por el arquitecto D. Lluís Domènech i Montaner. En el conjunto de esta obra concebida con inspiración poderosa y belleza suma se imponen, desde luego, la abundancia y buena ley de los recursos artísticos que combinan lo severo y lo delicado, lo grandioso y lo hábil, el feliz ingenio que ha presidido la elección de materiales, la agradable armonía de los colores, la buena disposición de las líneas, la elegancia de las formas y, por encima de todo, el sólido talento con el que se ha realizado una obra nueva sin efectismos, ni exageraciones, ni violencias.”

De este modo se describe en el Anuario Estadístico del Ayuntamiento de Barcelona de 1904 este local, propiedad de los señores Rius y Martí, que ganó el premio al mejor establecimiento inaugurado en el año 1903. Y así, con pocas modificaciones, lo podemos contemplar y disfrutar en la actualidad.

La noticia más antigua que se ha encontrado hasta el momento sobre la Fonda España parece indicarnos la fecha de su inauguración. Se trata de un anuncio en el Diari de Barcelona del 30 de diciembre de 1858 que informa de que “el primer día de 1859 se abrirá con todo nuevo este establecimiento”. A partir del año 1863, la Fonda se amplía con los bajos de otro edificio que hizo construir el propietario, Josep Colomer. Entre esa fecha y 1903 no tenemos constancia de que se hagan reformas en el interior del establecimiento.

Los herederos de Josep Colomer fueron los que encargaron la decoración a Domènech i Montaner, aunque en 1903 los propietarios ya son Rius y Martí. Desde entonces ha conservado siempre la misma función, pero evolucionando con el tiempo y pasando de bar y fonda a restaurante y hotel. En los años veinte este local se denominaba popularmente “los toreros”, porque eran muchos los matadores conocidos que se hospedaban allí. Durante la Guerra Civil fue requisado por la CNT para instalar un hospital. Ya posteriormente, en el año 1983, el hotel pasó a manos de la familia Tutusaus. Ellos han sido los que han recuperado la decoración que en algunas zonas estaba tapada por obras más modernas o, como en el caso de la chimenea de alabastro, totalmente cubierta por pintura negra. Desde octubre de 2004 la propietaria del establecimiento es la sociedad Hotelcon 96, SL.

No todo el conjunto se ha conservado intacto: la zona que más ha sufrido ha sido la recepción, aunque se conserva la puerta de madera original, pero en el interior el recuerdo es mínimo. A la izquierda de la recepción se encuentra la sala Arnau, que también ha sufrido muchas mutilaciones a lo largo de los años. Esta sala, que fuera sala de descanso y ahora es bar restaurante, conserva la espléndida chimenea de alabastro (alimentada con gas), modelada en 1901 por el escultor Eusebi Arnau y producida por el taller del escultor Alfons Juyol i Bach. Vale la pena fijarse atentamente en la riqueza de las esculturas que representan las edades del hombre con figuras femeninas y de un anciano, y la campana coronada por las armas del emperador Carlos V de Alemania (Carlos I de Castilla), con la corona imperial, el águila bicéfala, las columnas de Hércules y el Toisón de Oro, con los emblemas de los reinos de León, Castilla, Navarra y Aragón en el centro. Estos motivos también los encontraremos en la decoración de uno de los comedores: las evocaciones heráldicas son características en la obra de Domènech i Montaner, que además de arquitecto, historiador y político, fue también un destacado heraldista.

La decoración merecedora propiamente del premio del Ayuntamiento al mejor establecimiento la podemos encontrar en los dos comedores, que hoy mantienen su función original. Entrando en línea recta desde la calle, y después de dejar atrás la recepción, se encuentra lo que antiguamente era el comedor de los huéspedes, también denominado “saló de les sirenes” (salón de las sirenas), dedicado ahora sobre todo a banquetes o cenas de grupo. Lo primero que llama la atención es el mural pintado de la pared con motivos marinos: sirenas (con piernas), peces del Mediterráneo, etc., todo ello sobre un fondo de olas en relieve. Estas pinturas a menudo han sido atribuidas al pintor Ramon Casas.

Debajo de las pinturas, la parte inferior de la pared está cubierta por un arrimadero configurado por el entramado de amplias fajas de madera que forman una cuadrícula, y en los vacíos encontramos de nuevo escudos de cerámica vidriada que representan antiguos señoríos aristocráticos. La sala está cubierta por una claraboya artesonada que deja entrar sutilmente la luz natural.

El segundo comedor, comunicado con el anterior y situado a la derecha de la recepción, era y todavía sigue siendo el restaurante público. Destaca en él el arrimadero de las paredes, en este caso de mosaico, que representa diferentes emblemas, aunque en menor cantidad. Este arrimadero está coronado por colgadores de madera, más trabajados que en el anterior comedor, en los que se combinan motivos vegetales y florales. Todas las lámparas que encontramos en este comedor corresponden a la época de la reforma realizada por Domènech i Montaner: los apliques de las paredes y las lámparas colgantes, que, en origen, se encontraban en la Sala Arnau.

En todos los salones se puede disfrutar de un menú de precio muy asequible, tanto para almorzar como para cenar, principalmente de cocina catalana, pero con la flexibilidad propia de un hotel. Un espacio abierto a todos, desde la gente que vive o trabaja en el barrio hasta los visitantes que se hospedan en el propio hotel. Ahora que se cumplen más de cien años de la decoración de la Fonda España todavía podemos comer disfrutando de un entorno privilegiado y sentirnos partícipes de un conjunto creado por el gran maestro del Modernismo, Domènech i Montaner, donde demostró las enormes posibilidades de diálogo entre la piedra, la pintura, la cerámica, el vidrio, el hierro y la madera.

Uno de sus establecimientos con más tradición en la historia hotelera de Barcelona. El interés arquitectónico de este hotel, que en su día albergó al héroe nacional filipino José Rizal, se centra en sus salones, decorados en 1902-1903 por uno de los padres del Modernismo, Lluís Domènech i Montaner. En el Hotel España, Domènech i Montaner contó con la colaboración de dos grandes maestros de las artes plásticas de la época: el escultor Eusebi Arnau y el pintor Ramon Casas. Eusebi Arnau es el autor de la espléndida chimenea de alabastro de uno de los comedores, visible desde la calle, y Ramon Casas es el responsable de los esgrafiados marinos del comedor interior, en el que también destaca una claraboya artesonada que filtra una luz muy difusa que realza el efecto de los esgrafiados de Casas. Domènech i Montaner remató el conjunto con dos ingeniosos arrimaderos de madera. Uno de ellos, de esmerado diseño, está decorado con unos medallones de cerámica azulada que representan las provincias españolas, mientras que el segundo, de tipo romano, se centra en temas florales (para más información véase Salimos, guía de bares y restaurantes modernistas). El 2010 Grupo Cadarso, propietaria del Hotel, realizó una profunda rehabilitación con los arquitectos Carlos Bassó y Tote Moreno, conjuntamente con la interiorista Mercè Borrell. El resultado de la reforma ha sido un nuevo Hotel España de 83 habitaciones con el Restaurante Fonda España, dirigido por el célebre cocinero vasco Martin Berasategui, basado en una cocina tradicional a un precio moderado.


Actuaciones de la Campaña Barcelona, posa't guapa

Restauración de las fachadas e interior: Salón de las Sirenas. 2011 - 2012


Horarios

Horario de visita:
De lunes a viernes, a las 12.15 h y a las 16.30 h, y sábados a las 17h.
Festivos con solicitud previa.
Agosto: martes a las 12.15 h y jueves a las 17 h, y el resto de días de la semana, previa solicitud.

Idiomas: catalán, castellano e inglés.

Duración: 40 min.

Inicio: recepción del Hotel España (Sant Pau 9-11, junto al Liceo).



Más información

Tel.: (+34) 935 500 000
www.hotelespanya.com
eventos@hotelespanya.com
info@hotelespanya.com


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La Ruta del Modernismo de Barcelona es un itinerario por la Barcelona de Gaudí, Domènech i Montaner y Puig i Cadafalch, que, junto con otros arquitectos hicieron de Barcelona la gran capital del Modernismo. Con esta ruta podrá conocer a fondo impresionantes palacios, casas sorprendentes, el templo símbolo de la ciudad y un inmenso hospital, y también obras más populares y cotidianas como farmacias, comercios, tiendas, farolas o bancos. Obras modernistas que demuestran que el Modernismo arraigó con fuerza en Barcelona y que aún hoy es un arte vivo y vivido.

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